Xolos, compañeros de viaje es una exposición temporal del museo de El Carmen dedicada a esta raza mexicana; se exhiben piezas hechas por culturas prehispánicas ya que se le consideraba un compañero de viaje. Por ejemplo para los nahuas, durante su recorrido por el Mictlán, sólo se podía pasar cruzar el río Apanohuacalhuia en el lomo de un Xoloizcuintle; como el que observamos en la siguiente imagen.
Siendo la razón por la cual se han encontrado restos de Xolos en diferentes entierros, porque eran compañeros de vida y de muerte. En la siguiente foto vemos los restos de un can que se encontró en Colima, en una habitación junto con 18 cuerpos humanos. El perro se encontraba en la entrada quizás como protector y compañero después de la muerte.
Se sabe que también hubo sacrificios de perros como parte de rituales donde se les comía. Con Xolos, compañeros de viaje se inicia las celebraciones del día de muertos así como el festejo del 90 aniversario del museo de El Carmen.
Xolos compañeros de viaje
Para las culturas prehispánicas era una práctica común hacer esculturas de perros, aunque el tamaño, color, materiales y formas; así como la técnica dependen de la región donde se hayan hecho. La mayor cantidad de estas piezas se han encontrado en el Occidente de nuestro país. A continuación tenemos una vasija con forma de cabeza de perro cuyos ojos y dientes se hicieron por incisión.
Esta pieza se encontró en Jalisco. En la siguiente imagen vemos una vasija pulida para darle un brillo, sin duda es notorio el acabado de la pieza.
La pieza representa a un Xoloitzcuintle por las arrugas en su piel que es una de sus características principales. De los xolos es el más alto, además tiene piel delgada y puede tener pelo.
Otro perro que también encontramos en Xolos, compañeros de viaje es el Tlalchichi; que se distingue por sus patas cortas, gorditos, lisos y de color claro, pero por desgracia está extinto.
Perros de Colima
En el Occidente de México se han encontrado múltiples esculturas en forma de perros como ofrenda mortuoria en las tumbas de tiro (250 a.C. a 450 d.C.). A estas piezas se les conoce como perros de Colima y representan a perros sin pelo, gorditos de patas cortas; pueden estar en cuatro patas, recostados o sentados, tal como lo vemos en la siguiente imagen.
Otra representación que se ha encontrado de estos perritos es con una mazorca en la boca.
Estas piezas son un ejemplo de la domesticación e importancia que tuvieron los perros en esta región. Existen piezas que aunque no sean tan conocidas, muestran la vida cotidiana de estas sociedades. Por ejemplo, a continuación vemos una maqueta de una choza con personas y un perro a un costado de la escalera.
Para las culturas del Occidente de nuestro país, los perros también fueron acompañantes tanto en la vida como en la muerte; creando de esta manera una amplia variedad de figuras que muestran la conexión entre el ser humano y los perros.
Se piensa que la inclusión del perro en los ritos funerarios crearon el culto alrededor del dios Perro, Xólotl, también conocido como venus vespertino; además se le considera el causante de las cosas dobles, las anomalías y rarezas.
Xólotl
Para los nahuas fue quién descubrió el camino para cruzar el inframundo por lo que se le creó un culto. Además de los códices existen esculturas que servían para rendirle culto. A continuación vemos una cabeza de Xólotl que fue remate de una alfarda. Es de notar que tiene un epcololli colgando de las orejeras.
En Xolos, compañeros de viaje también se exhibe una reproducción del Xólotl de Stuttgart; se le conoce como el Caminante Nocturno. Se aprecia en su pecho dos huecos que servían para sostener un pectoral.
En la espalda lleva al sol y a la serpiente emplumada para llevarlos al inframundo.
También se muestra una imagen tomada del Códice Bórbonico, donde Xólotl está frente a Tlaltecuhtli. Lleva los siguientes objetos
- Punzón de autosacrificio
- Epcololi
- Remates de pectoral de caracol
- Cuchillo de sacrificios
- Ehacacózcatl
- Orejas mordisqueadas
Otra pieza que se muestra es un sahumador mexica que se usaba en ceremonias dedicas a Xólotl. Resalta la cabeza de un perro, así como la imagen de una mariposa a su costado.
También en la exposición Xolos, compañeros de viaje se aborda una visión más actual del Xolo. Lo cual resulta muy interesante porque nos proporciona otras visiones de este can.
Perros pelones en Xolos compañeros de viaje
Diversos artistas como Diego Rivera, Frida Kahlo, Jorge González Camarena tomaron al Xolo como parte importante de sus obras. Inclusive los convirtieron en una presencia doméstica. Tal como lo vemos en la siguiente foto.
Del mismo modo tenemos a Frida posando con un Xolo.
Del mismo modo se exhiben esculturas donde el Xolo es el personaje principal. Por ejemplo, en la siguiente imagen vemos a un perro sobre una canoa, hecho en bronce, que va al más allá. El escultor es Jorge Marín.
Otra obra de Jorge Marín es la Triada, hecha en plata sobre una base de madera.
También se exhibe la obra del recién fallecido Francisco Toledo en Xolos. El siguiente dibujo de su autoría se llama el Xolo escribano.
Sin duda durante su viaje al más alla, Francisco Toledo tuvo un Xolo como compañero de viaje.
Para los Wixáricas la imagen del perro es común porque está relacionada con su religión. Huatacame, después de un diluvio, limpia los campos y retira a vivir en un cueva con su perra; ella se despoja de su piel para realizar las labores domésticas. Al descubrirla la lanza al fuego y al escucharla aullar del dolor, decide bañarla con agua mezclada con maíz molido; una vez que se convierte en mujer procrean una familia que serviría para poblar el mundo.
En lo personal admiro al arte wixárica ya que en cada una de sus piezas se representa su cosmovisión.
De nuevo el museo de El Carmen nos impresiona con la exposición Xolos, compañeros de viaje ya que nos muestra diferentes formas de apreciar a estos perros. Sin duda vale mucho la pena conocer esta exposición que estará hasta abril del 2020.