La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México es un sitio lleno de historia, arte y secretos, uno de ellos se localiza debajo del Altar de los Reyes: La cripta de los Arzobispos.
El término cripta surge durante la época medieval. Se utilizó para las cámaras mortuorias que se encontraban tanto en los suelos como en las paredes de iglesias y catedrales. Para acceder a ella es a través de una puerta con una lápida de mármol que tiene el escudo de armas de la corona.
La Cripta de los Arzobispos
Se construyó por orden del Arzobispo Monseñor Luís María Martínez y Rodríguez en 1937. En el centro encontramos el monumento a Fray Juan de Zumárraga, el primer obispo de la diócesis de México; él también dio fe a la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego.
El monumento se construyó sobre una calavera de piedra que sin duda perteneció al Templo Mayor. Siendo una práctica común de los españoles el utilizar los basamentos prehispánicos para la construcción de monumentos y templos.
Por encima del monumento hay una cruz adornada con mosaicos de diferentes colores, cuyo origen se remonta a la época bizantina. Era la imagen de los caballeros cruzados en Jerusalén, la cruz de tierra santa; sus brazos son del mismo tamaño a diferencia de la cruz católica. Tal como lo vemos en la siguiente foto.
Fray Juan de Zumárraga perteneció a los Franciscanos, siendo la razón de colocar la cruz en la cripta; ya que los Franciscanos tuvieron la custodia de algunos templos en Tierra Santa.
Detrás del cristo se encuentran decenas de nichos, con tapas de cobre, descansan los restos de los arzobispos; varios de ellos aún no han sido usados, como por ejemplo el número 42 está reservado para el Cardenal Norberto Rivera.
Cada nicho tiene el año de inicio y término de servir como arzobispo, también tiene el escudo heráldico y su nombre.
Además hay una escultura de madera de Monseñor García Plaza, tal como lo vemos en la siguiente foto.
La entrada a la cripta se localiza en el atrio poniente de la Catedral Metropolitana, para visitarla es necesario tener un permiso de las autoridades de la Catedral. Sin duda la cripta de los arzobispos es un lugar lleno de historia y secretos que merece ser reconocido.