Piedras de fuego y agua fue una exposición temporal del museo del Templo Mayor, en ella se exhibieron piezas de turquesa y jade. Ambas piedras, por los grupos Nahuas, eran consideradas como Piedras de fuego y agua respectivamente; debido a que representaban a las deidades del fuego y las de la lluvia. La muestra reúne piezas de distintos sitios de nuestro país. La siguiente imagen nos muestra un Cetro Xiuhcóatl hecho de pedernal, turquesa y pirita.
Esta serpiente de turquesa, de fuego, representa cometas; también se le relaciona con los rayos de Sol y con el encendido del fuego nuevo. La turquesa es un mineral que se considera como una piedra preciosa por su amplia gama de colores como el azul claro, azul cielo, azul oscuro, azul verdoso, verde claro, verde manzana.
El color lo definen los materiales que la componen, la intensidad del azul depende del contenido de cobre; mientras que la cantidad de hierro define la intensidad del verde. En la siguiente imagen vemos una turquesa de la mina Santa Rosa Mazapil en Zacatecas.
También hay yacimientos en los estados de Baja California, Chihuahua y Sonora. Su nombre proviene de la palabra francesa turquois que significa gema turca.
Piedras de fuego y agua: La turquesa
En primer lugar, para las culturas prehispánicas las turquesas hacen alusión al fuego, al linaje y a la realeza. El color azul representa el centro de la llama. También se utilizó para representar lo precioso y la pureza de la vida. En la siguiente foto vemos dos pectorales en forma de mariposa adornados con mosaicos de turquesa que se pegaban con resinas.
Estos pectorales representaban las almas de los guerreros muertos que se convertían en mariposas al ser cremados. Por lo que eran portados por militares de alto rango como insignias bélicas. Por otro lado, los discos de turquesa también fueron importantes ya que se les asociaba con Paynal, dios de las batallas.
Los discos también eran parte de los bultos sagrados que se han encontrado en los estados de Puebla y Oaxaca.
Otros objetos que fueron parte de la guerra y los sacrificios, son los cuchillos rostro que están hechos de pedernal; tienen cejas de turquesa y eran representaciones de Xipe Tótec.
Los Mixtecos adornaban con mosaicos de turquesa sus máscaras de madera que representan seres subterráneos conocidos como ñuhus. Estas máscaras eran parte de los bultos sagrados que se guardaban en cuevas donde se les rendía culto.
Las piedras de fuego y agua también estuvieron presentes en la cultura Tarasca. En su capital Tzintzuntzan, se encontraron orejeras de obsidiana con mosaico de turquesa.
Otras piezas que también se han encontrado, son los bezotes de obsidiana y oro con mosaico de turquesa.
Se usaban en rituales funerarios porque eran colocados en el labio inferior del cuerpo del gobernante.
Disco de turquesa del Templo Mayor
Entre todas las piezas, es de notar el disco con siete guerreros en procesión que están vestidos como dioses Mexicas. Los guerreros simbolizan el viaje de las estrellas por el inframundo, representando el mito de la creación y el descenso de las estrellas a la tierra.
El disco está formado por más 15,000 placas de distintas piedras, tales como turquesa, malaquita y azurita. En la siguiente imagen vemos a unos guerreros con tocados de plumas e instrumentos bélicos en ambas manos.
Sin duda este disco es una verdadera obra maestra, cuyo trabajo de restauración duró poco más de un año.
Piedras de fuego y agua: El Jade
El término jade comúnmente se usa para nombrar una serie de piedras verdes como la serpentina, la jadeíta, la crisopasa y la cloromelanit. Los mexicas buscaron reliquias de culturas anteriores a su época que estuvieran relacionados con sitios sagrados. De esta manera justificaban su poderío al enlazar su historia con la de estos pueblos. Muchas de estas reliquias hechas en jade tienen diferentes tonalidades, como el siguiente rostro de Tláloc.
En la imagen siguiente observamos dos piezas Tepoxnates, instrumento musical mesoamericano del tipo tambor, hechos de mármol.
Los únicos yacimientos de jadeíta que se han identificado se encuentran en el valle del río Motagua, en Guatemala. Es posible que también haya yacimientos en México en los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca aunque no han sido confirmados. En la foto siguiente vemos ejemplos de cuentas de jadeíta.
Entre todas las piezas de jadeíta que se han encontrado en el Templo Mayor, destaca un conjunto con una tonalidad verde lustrosa; estudios realizados a estas piezas nos indican que son de la zona Maya en Guatemala. Por lo que varias de estas piezas tienen grabados estilo Maya, tal como la siguiente placa.
Aliento de vida y marcador solar
El jade también conocido como Chalchihuite estaba ligado con el corazón, órgano donde reside la vida. Por ello se colocaba una cuenta de jade tanto a los muertos como a las esculturas para darles vida. De igual manera, se colocaban piezas de jade en la boca de nobles durante los rituales funerarios; estas piedras simbolizaban el último aliento de vida.
También se colocaban en la boca de animales que se consideraban sagrados, como el Puma; tal como lo vemos en la siguiente foto.
La siguiente imagen de la exposición de piedras de fuego y agua nos muestra un par de orejeras verdes con círculos y triángulos. Estas figuras representan el glifo de Tonatiuh, el Sol y sus rayos.
Finalmente, en la siguiente foto vemos un corazón de piedra verde.
Lluvia, fertilidad y agua petrificada
La mayoría de los objetos de piedra verde encontrados en las ofrendas del Templo Mayor están relacionadas con el agua. Para los Mexicas las piedras verdes eran símbolos de la vida, la vegetación y la fertilidad. Es la razón por la cual también se han encontrado en estas ofrendas representaciones del dios Tláloc, tal como lo vemos en la siguiente foto.
El jade se usaba en ceremonias de petición de lluvia, por lo que fue un símbolo de agua y de fertilidad; también se encontraron ollas pintadas de azul con sartales de cuentas de piedra verde que imitan a un río de agua.
Sin duda, es de notar la calidad artesanal de las piezas hechas con piedras verdes. Tal como lo vemos en el siguiente collar de cuentas de jade de varios colores.
En conclusión, la exposición Piedras de Fuego y Agua nos dio la oportunidad de conocer más acerca del uso del jade y la turquesa por parte de las culturas prehispánicas; así como su simbolismo.