La Capilla del Pocito se encuentra dentro del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de la CDMX, recibe este nombre puesto que en su lugar había un manantial de aguas minerales; por desgracia con el tiempo se empezó a secar y se construyó un pozo del cual se sacaba el agua. Aún se escucha el flujo del agua.
Se piensa que este manantial existía antes de la llegada de los españoles y que era importante para los Nahuas, ya que el cerro del Tepeyac fue un lugar para sus ceremonias y rituales. En la siguiente imagen vemos la placa que tiene el pozo, quizás con la fecha de su creación 1926.
Encima del pozo tenemos a una paloma blanca, que simboliza al Espíritu Santo, rodeada de rayos de Sol.
El Arq. Francisco Guerrero y Torres fue el encargado de construir este templo de 1777 a 1791.
La Capilla del Pocito
Se dice que en este lugar, 12 de diciembre de 1531, ocurrió la cuarta aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego. A continuación vemos un cuadro de Miguel Cabrera que nos relata este evento.
Observamos como frente a Fray Juan Zumárraga, Juan Diego abre su ayate con la imagen de la Virgen mientras unas rosas se esparcen. Se dice que después de la aparición, brotó el manantial cuya agua tiene propiedades curativas; por lo que se tomó la decisión de construir la capilla en este lugar. En la siguiente imagen, vemos otro lienzo de Miguel Cabrera.
Esta pintura describe la primera aparición, 9 de diciembre de 1531, de la Virgen a Juan Diego; en la que le dice: Juanito, el más pequeño de mis hijos, mucho deseo, mucho quisiera que en este lugar se me construya un templo. Mientras que a un costado se encuentra San Ignacio de Loyola, patrono de los ejercicios espirituales.
En el Altar Mayor se encuentra una copia de la imagen de la Virgen de Guadalupe, debajo de ella una imagen de Cristo en la cruz.
También llama la atención el púlpito de madera de bálsamo, una escultura lo carga y se dice que es una imagen de Juan Diego.
A continuación vemos parte del interior de la cúpula de la que emanan rayos de luz que en su interior azul tiene jarrones. También vemos ángeles y querubines, así como columnas doradas que sirven de apoyo a un balcón y una ventana en forma de estrella.
En la siguiente imagen tenemos otra vista de la cúpula y del candelabro que de ella cuelga.
A pesar de tener grandes dimensiones, la Capilla del Pocito está llena de muchos detalles y de historia, sin embargo necesita una buena restauración.
Mapa
En su exterior vemos el campanario, las cúpulas cubiertas con azulejos azules y blancos; así como las linternillas que permiten la iluminación del recinto.
Sin duda el tezontle que cubre los muros hace un bellos contraste con la cantera que la adorna.
Vale mucho la pena conocer la Capilla del Pocito cuando se visite la Villa de Guadalupe, tanto por su historia como por su arte sacro y arquitectura.